Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista enSaluderecho |
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Cientos de toneladas de fuegos artificiales se habían descargado en las galerías de Mesa Redonda, en el centro histórico de Lima; el obrero manipulaba químicos; la mujer cocinaba al aire libre; la madre había dejado como tareas domésticas a sus pequeños hijos la de cocinar y cuidar a otros niños más pequeños, y como castigo el niño fue quemado por sus padres.
Las historias tienen algo en común: la falta de prevención y de compasión.
Lo primero ocurrió el 29 de diciembre del año 2001 aproximadamente a las siete de la tarde cuando una persona encendió un fuego artificial en las galerías de Mesa Redonda, dejando 291 muertos y centenares de heridos, precisa la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El fuego consumió cinco manzanas de la capital de Perú. La segunda escena en una empresa que no instruye a sus empleados en medidas de seguridad industrial; y las tres últimas en países de ingresos bajos o medianos.
Las quemaduras, que en la infancia son la quinta causa más común de lesiones no fatales, son definidas como “una lesión de la piel o de otro tejido causada por una lesión térmica”; sus principales causas son los líquidos calientes, los sólidos calientes y las llamas, y se clasifican en primer, segundo y tercer grado, éstas las más graves. “Las quemaduras son una de las lesiones más complicadas de tratar, cuyo impacto además persiste por largo tiempo, afectando no sólo al individuo, sino también a su familia y a la sociedad”, indica la OPS.
Los costos de las quemaduras se dividen en directos e indirectos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); los primeros referidos a la gestión hospitalaria y los indirectos “como la pérdida de salarios, la atención prolongada de deformidades y traumas emocionales, así como el uso de los recursos familiares”.
Las medidas tomadas en materia de prevención de las quemaduras sobre todo en países de ingreso alto “destacan la obligación de usar dispositivos como detectores de humo, rociadores automáticos en las viviendas y encendedores a prueba de niños, así como las leyes que regulan la temperatura del agua caliente de la llave”.
El mes pasado se dio a conocer en Perú la Guía de Atención del Paciente Quemado Agudo, primera guía en este sentido, que “indica los procedimientos mínimos indispensables que un profesional de salud de cualquier establecimiento debería realizar para poder atender a un paciente quemado”.
Las autoridades sanitarias mundiales tienen establecido que las quemaduras constituyen un problema de salud pública a nivel mundial y que provocan alrededor de 180 mil muertes al año, esto es 493 víctimas fatales cada día. En 2004, casi 11 millones de personas en el planeta sufrieron quemaduras lo suficientemente graves para requerir atención médica.
@luforero4 |
Guía de Atención del Paciente Quemado
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