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David Vilcapuma - Licenciado en Educación
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El 19 de agosto del 2016, San Juan de Yánac y el país entero recordará siempre a que en vida fue: Gerardo Felipe Vilcapuma Saravia. Sus amigos y familiares se acercarán hasta su tumba con un puñado de flores y de emociones.
El informativo
Huachos.com le dedicará siempre algún espacio, aunque sea breve, como eco de aquella noticia cuyo impacto dio la vuelta al mundo, con las imágenes imborrables de su rostro, aunque este año ya no está entre nosotros.
Dos años han trascurrido desde su desaparición de esta figura señera. El dejó de existir a sus 99 años de edad, el ex primer alcalde del distrito San Juan de Yánac (1967 – 1969), fue un personaje único. Como tal se le reconoció y como tal se le recuerda con idéntico interés a pesar del inexorable paso del tiempo, que todo lo desgasta.
Tenemos que rendirle tributo a la memoria de nuestro paisano Gerardo Felipe, con motivo de cumplirse el aniversario de su muerte en el Hospital Nacional María Auxiliadora, Luchó hasta los últimos minutos de su vida; no pudo seguir batallando más, como lo hacía en Yánac, a los 99 años, cerró sus ojos para siempre y dejó que el shock séptico se lo llevara, dejando a nuestra familia con intenso dolor y profunda tristeza.
Fue uno de los impulsores entusiastas en organizar a los comuneros del entonces anexo de San Juan de Yánac; proyectando la viabilidad para la creación del nuevo distrito, juntos a quienes también descansan en paz. Cesar Moisés Contreras Huamán, Máximo Bruno Contreras Chávez, Carlos Antonio Contreras, Ignacio García Canchari, Máximo Huamán Canchari, entre otros.
Trabajó arduamente con cuidadoso esmero y ahínco para liberar al anexo San Juan de Yánac del olvido de la administración del distrito de Chavín, en aquel entonces 1960 a 1965.
Viajó en reiteradas oportunidades a Lima para hacer gestiones ante el Congreso de la República a fin de lograr el reconocimiento como distrito a su querido Yánac. En esta travesía cuentan que ha pasado penurias, como dormir en los parques, pasando hambre por falta de presupuesto.
Pero el logro más importante para él, era la creación del distrito en 1965, luego fue uno de los gestores principales para construir la carretera, después la construcción del sistema de irrigación, también la instalación de la red de teléfono; con un grupo de comuneros convencidos en sus ideales, puso en marcha su empeño y experiencia para emprender en el proceso de gestión llevada a cabo en beneficio del nuevo distrito.
En aquel entonces inicia una cruzada como un auténtico líder, de una corriente política que era una alternativa de cambio y desarrollo para entonces, que afanosamente el anexo de San Juan de Yánac, esperaba.
El pueblo en general, en las elecciones municipales complementarias de 1966 urgió a Vilcapuma como el primer alcalde humanista en nuestra historia republicana, y de San Juan de Yánac, su carácter decidido y su constancia fue su fortaleza, luchó hasta triunfar llegando a ser el primer alcalde del reciente creado distrito San Juan de Yánac, entre (1967 – 1969), eran épocas cuando el alcalde rural trabajaba “ad honoren” (gratis).
Con un espíritu pujante y misionero cumplió su función edil para la cual fue elegido por voto popular.
Vilcapuma fue un verdadero forjador social, autentico y ejemplo a imitar, un hombre sencillo, alegre, hospitalario, leal y honesto, ferviente católico, de ideología humanista situacional y de grandes convicciones.
Fue también uno de los fundadores de la Asociación Cultural Yánac, era un hombre generoso, en un gesto inmenso de desprendimiento donó su terreno para la sede de dicha institución.
Entre sus preocupaciones también estuvo su pasión por el arte.
Desde joven cultivó el arte de la música de viento y cuerda, no conoció el pentagrama musical; pero si al oído lo dominaba muy bien.
El más que nadie cultivó y difundió nuestras costumbres; como la danza de las pallas, el zapateo y la música navideña. Gerardo hizo vibrar de emoción a su pueblo, fue un hombre quien llevó la alegría a todos lados, entusiasmó e hizo bailar a los compoblanos de su generación.
Su arte perdura y mantiene su vigencia entre nosotros, las melodías de su arpa lo llevó a sentir mejor que a otros el amor por su pueblo.
Se compenetró en el alma de nuestra serranía, cultivando la música, fue un destacado concertista de la danza navideña a través del arpa y violín, audaz competidor con los gigantes de Huancayo, con la melodía andina, gran animador de las fiestas costumbristas, conspicuo discípulo de Florencio coronado Gutiérrez (Q.E.P.D)
Viajó por diversos lugares de nuestro país, recogiendo nuevas experiencias desde los escenarios y paisajes que sirvieron para enriquecer su acervo cultural inquietante. Fue un asiduo dirigente, identificado con su pueblo, colaborador entusiasta con su comunidad.
Se desempeñó eficientemente como peluquero, costurero, maestro albañil y también como enfermero de la familia. Todo un hombre polifacético, un hermoso ser por descubrir.
Dedicó toda su vida a sus tres grandes pasiones:
Su trabajo, el arte musical y su familia, y hoy podemos asegurar, que en las tres triunfó, a sus años aún caminaba junto a su señora esposa, sus pasos ya lentos simbolizaban su largo caminar por las quebradas, los potreros, por las cumbres de San Juan de Yánac.
Tenemos la certeza que su legado permanecerá con nosotros, por generaciones, la lección más valiosa que nos ha enseñado es su ejemplo, expresado en su actitud ejemplar que hoy en día no las hay.
La familia fue para él un ejemplo de unión y comprensión, conservando todavía esos lazos de afecto familiar, estrechamente unidas hasta el último instante de su vida.
¡Gracias don Gerardo Felipe Vilcapuma!
¡Gracias por haber sido un hombre cabal!
¡Gracias por lo que hizo por nuestro distrito San Juan de Yánac!
Descanse en paz viejo lindo y que Dios la tenga en su santo seno.
Chincha, setiembre del 2018.