Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Las calles adyacentes a los mercados de Chincha están llenas de ambulantes, peor que en la época de José Navarro Grau, que entregó las calles a cambio de votos, con el cuento de que eran personas humildes, a excepción de algunas vías.

El alcalde anterior César Carranza Falla, tras 40 años de hegemonía de los mercaderes callejeros, tuvo el valor de ordenar a Chincha, recogiendo por ello el taque más mordaz de la prensa mercenaria y corrupta, que durante 4 años mantuvieron en jaque al alcalde Carranza.

Una vez que ganó la alcaldía de Chincha Armando Huamán Tasayco, los llamados vendedores ambulantes, se hicieron dueños de las calles, poco a poco, retomando sus puestos como si fueran de su propiedad, esto en forma sincronizada, repartiéndose las calles con el pago de 2 soles a cada uno, según denunciaron algunos mercaderes.

Este caso es por demás insólito, pues los vendedores informales, dueño de las calles, no son personas necesitadas, en alto porcentaje. Son venderos que hicieron plata, educaron a sus hijos, compraron propiedades más que los profesionales.


 

Además, para el colmo de los colmos, esta gente acostumbrada de ganar dinero fácil, tenía amplios espacios en el “Mega mercado”, ubicado en Cruz Blanca, o a unos metros del Coliseo Cerrado, suficiente para todos los vendedores. Pero, se da el caso que regresaron para ocupar las vías públicas.  De la misma forma compraron varios terrenos y levantaron un pequeño mercado, y ahora vuelven a retomar las calles de Chincha, bajo el patrocinio del actual alcalde de Chincha, en cumplimiento de lo anunciado por su “teniente” alcalde, lo que constituye un atentado contra el ordenamiento de Chincha. Se dice, “que se debe conversar”, conversar ¿qué, acaso la posición de las calles de Chincha? El retorno de los mercaderes, “pobrecitos”, que llevan el pan para sus hijos, fue anunciado hace mucho tiempo, porque así clamaban los enemigos fortuitos del ex alcalde, que no les dio de comer con la plata del municipio.

Ayer, claramente el alcalde Armando Huamán entregó las calles de Chincha, para que ocupen un espacio. Esto es un insulto al pueblo de Chincha. Los vendedores ambulantes tienen suficiente espacio en el “Mega mercado”, y puestos en el “Mercado Modelo”. Pero estos zamarros quieren las calles de Chincha.

Pareciera que los regidores de Chincha, incluyendo a Jimmy Sotelo Luna, que tanto critica, no tuvieran cerebro. Hay decenas de formas para resolver el problema de los verdaderos vendedores ambulantes, de las personas que en verdad necesitan llevar un pan para su hogar, no de los que hicieron plata a costa de la informalidad y de las calles, comprando la conciencia de cada alcalde, con el decir “tenemos comprado 4 años más”.  La prensa honesta no está para cuentos ni engaños. Si queremos progresar aportemos con nuestras sugerencias en pro del desarrollo de Chincha. No somos anfibios.

Yo deposité mi voto a conciencia, no porque necesito un puesto de trabajo o cosas por estilo. Los vendedores ambulantes tienen sus puestos. Ellos sencillamente no quieren irse.

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