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Hemos lanzado nuestra protesta en varias oportunidades ante el “retorno criminal” de los vendedores ambulantes, ocupando las calles alrededor del Mercado Central y de sectores céntricas de Chincha. Caos y desorden donde los peatones y vehículos pasan la peor pesadilla de su vida, porque los comerciantes informales vuelven a tomar las zonas prohibidas y de gran circulación, obstruyendo las vías y haciéndose dueño de ellas, inclusive peleándose.
Por ahí, un disconforme, enloquecido, enemigo de del alcalde César Carranza Falla, lanzando bilis a los que decimos la verdad, sostuvo que “somos locos y ciegos”, por defender -dice- a quien no ha hecho nada por Chincha.
Posiblemente somos locos y carezcamos de vista. Pero a pesar de nuestra locura somos capaces de distinguir entre el bien y el mal. Y, si los orates y ciegos somos capaces de decir la verdad, y expresar nuestros pensamientos sin límites, fronteras y enclaustramientos; entonces “los clarividentes, honestos y luchadores” por Chincha, no ven y observan lo que nos consta, y que, palpa la población, siendo culpable el alcalde César Carranza Falla, por su incapacidad y “tirarse la plata”, absolutamente no ha ejecutado obras, por haberse “tirado” la plata; lo que quiere decir que los detractores del alcalde provincial son “súper orates” y ciegos de nacimiento”, vale decir: “son más locos que lo locos escribientes que usamos el cerebro”.
Su arma de combate fue los vendedores ambulantes, a quienes los usaron para denigrar al alcalde. No les interesó el ordenamiento y desalojo de los vendedores informales que se había apoderado de las calles de Chincha cerca de 40 años. A la campaña sucia se sumaron los candidatos perdedores, que clamaban y ofrecían las calles de Chincha, tildado a Carraza de abusivo e inhumano. De modos los aliados: la prensa mercenaria y los candidatos perdedores no durmieron reclamando hacer justicia con los ambulantes al ganar la alcaldía.
Asimismo, por medio de las redes y publicaciones periodísticas se decía que los vendedores ambulantes tenían derecho constitucional, mintiendo canallescamente. Puesto que la Constitución ampara a todos sin distinción alguna, no a un grupo determinado. Los candidatos abiertamente ofrecían velar por los vendedores ambulantes al llegar a la alcaldía. Es decir, ofrecían las calles de Chincha, volviendo el retorno del caos y desorden. Y al elegirse un nuevo alcalde comenzó el retorno de los informales, en cumplimiento de lo ofrecido.
El ex parlamentario aprista Urbino Julve Ciriaco decía: “hay que usar la razón y el sentido común” para analizar y tener puntos de vista. De modo, según la lógica y el sentido común el retorno de los vendedores ambulantes se debe a los malos periodistas que le echaron lodo al alcalde Carranza, para desaforarlo, y el alcalde ganador Armando Huamán Tasayco, pues si no fuera así los vendedores ambulantes no tendrían opción para retornar.
La vuelta de los vendedores ambulantes pareciera, más bien, se debe a una acción coordinada -anteladamente- con el nuevo alcalde, que en enero simplemente justificaría la presencia de los ambulantes como obra de César Carranza Falla. Esto es nuestra presunción. Después de 30 días sabremos la verdad.
Aclaramos una vez más, quien escribe esta nota no es amigo, ni mucho menos un adulón a sueldo, o algo por estilo, del alcalde César Carranza Falla. Nosotros tenemos abierta discrepancia en el ámbito cultural y de salud. Inclusos lo hemos dicho que es el eterno ausente, porque nunca lo hemos visto en la municipalidad en el horario de atención al público.
En cuanto a obras de infraestructura Carraza ha hecho más obras que José Alberto Navarro Grau, que en 20 años hizo quizás la décima parte que realizó Carranca. ¿Esto es mentira? ¿Decir esta verdad es ser loco y ciego?
¿Quién está más loco el que ve y oculta la verdad, o el que dice la verdad? Seguiremos.
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