La falta de acceso a profesionales de salud mental y el miedo al rechazo social son factores clave que impiden que muchas personas busquen ayuda.
En el Perú, miles de personas viven con Trastorno Bipolar, una condición que, además de sus desafíos clínicos, enfrenta un fuerte estigma social. La falta de información y la discriminación dificultan el acceso a un tratamiento adecuado y limitan la calidad de vida de quienes la padecen.
La Dra. María Carazas Vera, médico psiquiatra de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental, enfatiza la necesidad de sensibilizar a la población sobre esta enfermedad y garantizar que los pacientes reciban la atención y el apoyo necesarios.
“El Trastorno Bipolar no es un capricho ni una exageración de emociones, es una enfermedad mental que requiere diagnóstico y tratamiento adecuados. Sin el apoyo, las personas que lo padecen pueden enfrentar dificultades en sus relaciones interpersonales, laborales y en su bienestar general”, señala la Dra. Carazas.
La falta de acceso a profesionales de salud mental y el miedo al rechazo social son factores clave que impiden que muchas personas busquen ayuda.
La Dra. Carazas advierte que la sociedad aún asocia el Trastorno Bipolar con una “doble personalidad” o lo minimiza como simples cambios de humor, lo que dificulta la comprensión y el tratamiento efectivo. “El desconocimiento y los prejuicios pueden ser tan dañinos como la enfermedad misma”, enfatiza. Existen estudios que demuestran que hasta 7 años puede demorar el correcto diagnóstico de un paciente con esta enfermedad.
Síntomas de alarma: ¿Cómo reconocer el trastorno bipolar?
Identificar esta condición a tiempo es fundamental para un tratamiento exitoso. La especialista destaca algunos signos de alerta:
Episodios de euforia extrema o irritabilidad que duran varios días.
Sensación de grandiosidad, aumento de energía y disminución de la necesidad de dormir.
Periodos de tristeza profunda, desesperanza o pérdida de interés en actividades cotidianas.
Dificultades para mantener la funcionalidad en el trabajo, las relaciones y la vida diaria.
Acceso al tratamiento: Un derecho, no un privilegio
La buena noticia es que el trastorno bipolar puede tratarse con éxito si se accede a un diagnóstico temprano y a un tratamiento integral. La Dra. Carazas señala que este incluye:
Medicación: Los estabilizadores del ánimo y otros fármacos ayudan a controlar los episodios de disminución e incremento del ánimo.
Psicoterapia: Herramientas como la terapia cognitivo-conductual ayudan a manejar los síntomas.
Psicoeducación: Brindarle información adecuada al paciente y la familia sobre la enfermedad.
Red de apoyo: Familia, amigos y espacios comunitarios juegan un papel clave en el bienestar del paciente.
Sin embargo, la especialista destaca que muchas personas aún encuentran barreras para acceder a estos servicios. “Es urgente que la salud mental sea una prioridad en las políticas públicas y que se refuercen los programas de atención a nivel nacional”, recalca.
¡No más estigma!
El Instituto Nacional de Salud Mental hace un llamado a la sociedad para derribar los mitos sobre el Trastorno Bipolar y otras enfermedades mentales. “La educación y la empatía son nuestras mejores herramientas contra la discriminación”, concluye la Dra. Carazas.
Recibe las últimas noticias del día