Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

El desafío número seis de la salud mundial en la década del 2020-2029 “No se trata de si otra pandemia atacará, sino cuándo y cuánto atacará, ya que se extenderá rápidamente y potencialmente amenazará a millones de vidas”, indica la Organización Mundial de las Salud (OMS).

Una pandemia, de acuerdo a la OPS, es una epidemia mundial de una enfermedad contagiosa. La última de las pandemias conocidas es el coronavirus, el día D fue el 31 de diciembre de 2019, que desde ese momento ha dejado más de 1.700.000 muertos en todo el mundo; unos 37 mil en el Perú.  Un siglo antes, la primera de estas pandemias, entre 1918–1919, causó unos 40 millones de muertes en personas de todas las edades. En este siglo, diez años antes de la pandemia del coronavirus, fue el H1N1 o gripe “porcina” que surgió en 2009 en la ciudad de México y que se propagó rápidamente por todo el mundo.

La  OMS  sostiene que  es inevitable una pandemia de un nuevo virus altamente infeccioso en el aire, muy probablemente una cepa de influenza , contra el cual la mayoría de las personas carece de inmunidad.

Sobre la amenaza de una pandemia de influenza grave la Organización Panamericana de las Salud (OPS) no oculta que “la amenaza de una pandemia de influenza grave (epidemia mundial de influenza) es real. Una pandemia leve podría parecerse a una epidemia grave de influenza estacional (habitual), pero una pandemia grave podría resultar en catástrofe económica y social”. La mayoría de los países del mundo sufren epidemias de influenza estacional cada año; la OPS señala que, durante una pandemia, casi todas las personas son susceptibles al virus y aproximadamente el 30% de la población se enferma.

Las autoridades sanitarias mundiales abogan por el liderazgo de las autoridades municipales y de asociaciones comunales para preparar a los municipios, con el fin de que reduzcan el impacto de la pandemia de influenza en las personas y familias, e incluso prevengan, daños económicos graves.

PREVENIR y PREPARARSE, son dos verbos que todos debemos conjugar en la cruzada contra lo que se viene en materia de salud pública mundial.

 “Aunque no sea posible PREVENIR que una pandemia grave llegue a su zona local, los gobiernos locales y sus equipos dirigentes pueden PREPARARSE para reducir el impacto. Si un país no está adecuadamente preparado, una pandemia grave no sólo causará muchos casos de influenza y muertes, sino que también impactará al país, a los municipios y a las familias económicamente.”

¿Cómo prepararse? Los municipios teniendo suministros locales de alimentos básicos; servirse de su propia población y recursos locales para cuidar de los enfermos y de mantener al público bien informado y en calma.

Es de recordar que se supone que el virus de la pandemia de influenza se transmite del mismo modo que la influenza estacional: “micro gotas” por la tos y los estornudos, a 1 metro de distancia se dirigen a la nariz o la boca de una persona no infectada, o pueden ser aspiradas por una persona no infectada. Recomiendan que, si alguien tiene influenza, se mantenga alejado por lo menos a 1 metro de distancia de esa persona.  Las llamadas intervenciones no farmacéuticas están de moda: una buena higiene y estrategias de “distanciamiento social”.

@luforero4