Por: David Vilcapuma Gutiérrez Licenciado en Educación |
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Este anexo, en sus inicios fue un Convento, que era un punto de reunión, de los pobladores. Es por esta razón, que cada 6 de Enero, se celebra la Bajada de Reyes, donde la población lo celebra a lo grande.
Uno de los dueños de este fundo fue el ex Alcalde del distrito San Juan de Yánac, quien era don Abelino Ramos Huamán y su esposa doña Celinda García Vilcapuma.
Este hermoso valle es imponente por la producción agrícola, y ganadera. Entre sus lugares resaltantes se encuentra las fincas o parcelas, rusticas como: Tororumí, cuyo patrono, es el legendario y centenario, don Valerio Reynoso Saravia, quien a sus 102 años de edad, aun nos acompaña.
Taralla, propiedad de don Pablo Soto y Julio Soto Santiago y familia.
Paty-Villa Alta, cuyo dueño fueron los señores: Tiburcio Vilcapuma Saravia, Sabino Yactayo Vilcapuma, hoy en día están los herederos.
Trapiche, dueño Justino Suyuchuco, Victoria Huari, Juanito Vilcapuma Taquiri.
Almacén, cuyo dueño fueron los señores: Arsenio Vilcapuma Taquiri, Sabino Yactayo Vilcapuma, Crecencia Vilcapuma Saravia, Gamaniel Huamán Vilcapuma, Evaristo Huamán y Abelino Ramos Huaman y familia.
Huayto, fue propietario don Benito Ramos Malpica, Gregorio Quispe entre otros.
Cacacho, era propietario don Merardo Huamán, Daniel de la Cruz, y don Victorino Ramos Taboada y familia.
Cuenta también con un Colegio Nacional mixto, No. 22282 de nivel primario, cuyo aniversario se celebra cada 12 de Octubre. Tiene un gran potencial de lugares arqueológicos, que se encuentran dentro de su territorio. Como son los Petroglifos de Tororumí, (tajados), Petroglifo de Paty y su leyenda de Tororumí, de quien hablaba ya, sus fundadores y descendientes, de este anexo, como parte de su Literatura Oral.
Sus pobladores, se dedican a la ganadería y agricultura artesanal. Donde produce: Frijoles, pallares, garbanzos, maíz, yuca, camote entre otros.
También hay árboles frutales, como el pacay, durazno, palta, chirimoya, manzana, lúcuma entre otros.
El carrizo, en las orillas del rio Almacén, crecen los carrizos y la caña brava; con la que los pobladores, elaboran canastas para uso doméstico y esteras, las más grandes son usadas, para las casas rusticas.
Potencialmente cuenta con un Centro Minero.
La leyenda de Tororumi
Cuenta la leyenda, que por las tardes, siempre bajaba un gran toro barroso, desde el cerro y permanecía en la quebrada, atormentando a los pobladores, no dejando pasar a nadie. Los lugareños que vivían por la zona, se recogían desde muy temprano en sus casas, evitando ser atacado por el bravo animal.
Cierto día un transeúnte, que se dirigía por el valle en busca de carrizos para elaborar esteras, intentó pasar por el camino, desafiarlo al animal.
El toro se embraveció tanto que, bramando corría, detrás del hombre, persiguiéndolo por toda la cantera del valle hasta las riveras del rio, seguía corriendo, hacia la ladera donde estaba el corral de las vacas, llegando ya casi para ingresar al corral, el toro logra envestirle una cornada en el trasero, al valiente desafiador, dejándolo herido en el suelo.
En ese momento el toro muy cansado y agitado se cae al suelo y muere botando sangre por la boca. Los lugareños corrieron a auxiliar al hombre, que estaba moribundo. Encontrándose con la sorpresa que el hombre había desaparecido y el toro se acababa de convertir en piedra.
Los lugareños presurosos y muy asustados retornaban a casa. Desde entonces los pueblerinos, pusieron de nombre a ese lugar Tororumí.
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