HUANCAVELICA | En lo que va del año, más de 5 personas han muerto fulminadas por descargas eléctricas, además estos fenómenos naturales también han matado a ganado y dejado sin sustento a humildes familias.

Ante este esta situación el Consejo Regional de Huancavelica, aprobó la ordenanza regional para implementar pararrayos en instituciones educativas y comunidades altoandinas.

A pesar de ello, varios pobladores de la región, especialmente de estancias y lugares similares, continúan preocupados pues casi todos los días caen fuertes lluvias acompañadas por descargas eléctricas.

¿Qué hacer?

Al respecto, el comandante de la Compañía de Bomberos N° 56 de Huancavelica, Clyde Montoya, brindó algunos consejos para evitar sufrir daños ante la ocurrencia de estos fenómenos.

“Cuando caen rayos, lo primordial es alejarse de todo metal, por la conducción de energía eléctrica que atrae las descargas, además de apagar inmediatamente los celulares y no utilizarlos, pues también pueden atraerlas”, aseveró el hombre de rojo.

Montoya agregó que generalmente las muertes producidas este año, han acontecido en estancias o lugares descampados, pero también pueden pasar en ciudades. “Lo ideal de la implementación de pararrayos es que también se incluya su colocación en centros de salud, pues la última muerte, que sucedió en San Felipe, distrito de Pilpichaca, fue muy cerca a un establecimiento de salud”, explicó. Otros especialistas también recomiendan alejarse de los árboles y evitar correr.

Desgracia

Justamente el comandante bomberil hacía referencia al deceso de una docente ocurrido hace unos días, quien fue alcanzada por un rayo cuando retornaba de la estancia de sus padres, a quienes había ido a visitar.

El trágico fallecimiento de la profesora María Quintanilla Aroni (42) llenó de pesar a sus familiares y también a sus alumnos, debido a que la educadora batalló por años para conseguir un mejor ambiente de clases para los escolares del distrito de Yauli, donde laboraba. Además de esta muerte también han fallecido víctimas de los rayos, agricultores, pastoras, un guardián de un puesto de vigilancia y decenas de ganados.

Fuente: Correo