CEPES - Los bajos precios de la papa están al origen de intensas movilizaciones en varias zonas paperas del país. Los precios bajos del tubérculo ¿son resultado de la importación de la papa precocida, como afirman algunas asociaciones de paperos?
Esta papa se utiliza sobre todo para acompañar la comida rápida (hamburguesas, pollos a la brasa, etc.).La información disponible parece indicar que la causa de los bajos precios no es esta importación. Como se muestra en el cuadro siguiente, en el 2017 se importaron cerca de 32 mil TM de papa (preparada/prefrita). El valor de la importación en el 2017 fue de US$ 26 millones.
Fuente: https://www.agrodataperu.com/wp-content/uploads/2018/01/00papa2.bmp
Ahora bien, la producción anual de papa en el Perú fue, en el 2016, de 4.5 millones de TM, extendidas a lo largo de una superficie sembrada de 318,530 hectáreas, con un rendimiento promedio de 14.5 toneladas por hectárea. (Información del recién renunciante ministro de Agricultura y Riego, José Manuel Hernández.
Papa importada
La papa importada representa el 0.7 por ciento de la producción nacional. Es decir, una proporción muy pequeña con relación al volumen de la producción nacional. Por lo tanto, no afecta mayormente la oferta total de papa. Además, las importaciones no son recientes. El mismo cuadro muestra los volúmenes importados en el 2015 y el 2016, similares al de 2017; sin embargo, en esos años no hubo la reducción de los precios que se aprecia actualmente.
En cuanto al valor bruto de la producción de papa en el Perú, fue de más de dos mil millones de soles ( S/ 2.124.800.000) en el 2015 (no debe de haber variado mucho en el 2017). El valor de la importación de la papa fue, en el 2017, de 85.8 millones de soles (a una tasa de cambio de S/ 3.30 promedio por dólar). Esto significa que el valor de la importación es el 4 por ciento del vbp de la producción de papa en el país. No es un porcentaje muy alto en relación al vbp total.
Como suele ocurrir, los precios bajos pueden ser el resultado de una sobreproducción, cosa que ocurre cíclicamente. Al menos en los primeros meses del año 2017, la producción de papa se había incrementado en un alto porcentaje en Cusco y Ayacucho, según el reporte de INEI, citado por Andina (ver recuadro). No tengo información más reciente.
"En febrero del 2017 la producción de papa registró 279,326 toneladas, cifra mayor en 6% en comparación a similar mes del 2016 (263,512 toneladas), informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Según el Informe Técnico Perú: Panorama Económico Departamental del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la producción de papa aumentó en el Cusco (80.6%), Ayacucho (63.8%), Arequipa (44.7%) y Huánuco (27%), que en conjunto participaron con el 39% de la producción nacional. También contribuyó la mayor producción registrada en los departamentos de Ica (178.9%), La Libertad (15.6%) y Junín (0.7%), sostuvo el INEI". |
Este proceso cíclico ocurre de la siguiente manera: un año de buenos precios de papa anima a más agricultores a producirla, o a ampliar las áreas destinadas a este cultivo. El resultado suele ser una sobreproducción y una consiguiente reducción de los precios. Al siguiente año, menos agricultores se animan a producir papa, o reducen el área dedicado a este cultivo. Esta menor producción causa que los precios suban. Y así continúa el ciclo.
¿Cómo evitar que estos ciclos sean permanentes?
En un contexto de economía liberal, como el peruano, el precio es definido por la relación entre oferta y demanda. Habría que evitar, entonces, que la oferta supere a la demanda, pues es eso lo que produce la rebaja del precio. Para ello es indispensable que los agricultores accedan a información suficiente, válida y oportuna para tomar decisiones de qué cultivar, y qué cultivos evitar. Recoger y difundir esta información es una responsabilidad del ministerio de Agricultura y Riego. El MINAGRI debe orientar a los productores para que éstos puedan tomar decisiones económicas adecuadas.
El gobierno puede –y debe- además, ampliar las compras directamente a los productores para los programas sociales y para abastecer a instituciones estatales. Ello contribuiría a ampliar la demanda de un producto tan importante para la alimentación como es la papa.
No hay que olvidar que la inmensa mayoría de los más de 700 mil productores paperos son pequeños agricultores; es decir, agricultores familiares. En los últimos años se han dado importantes normas en su favor[1], con lo que el Estado ha asumido la responsabilidad de apoyarlos. Si el nuevo ministro, José Arista Arbildo, no apoya decididamente el trabajo de la Comisión, el esfuerzo normativo caerá en la inoperancia.
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