Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

La lucha en favor de los niños del mundo lleva décadas sin que se logren las metas que por lo urgentes de cumplir pareciera que caminan lentamente, agravándose los problemas de la niñez y que no eran previsibles.

El año entrante cumple medio siglo la Declaración de los Derechos del Niño en 1959  y 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, y 65 años desde que la  Asamblea General de la ONU recomendó  destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo. Este año en octubre se celebró  la primera Conferencia Mundial de la OMS sobre la Contaminación del Aire y Salud.

 

Un informe de este año de la Organización Mundial de la Salud (OMS), acaba de revelar el  alto costo de  esa contaminación en interiores y exteriores del hogar para la salud de los niños:  Todos los días, cerca del 93% de los niños y niñas del mundo menores de 15 años (es decir, 1800 millones de niños y niñas) respiran aire tan contaminado que pone en grave peligro su salud y su crecimiento.

En  2016, la operación fue fatal: contaminación del aire ambiental  + contaminación del aire doméstico =  600 000 niños menores de 15 años fallecidos.

Para muchos niños sobre todo los más desfavorecidos, las Declaraciones, Convenciones y similares, no llegan hasta ellos; pese a los reiterados llamados de organismos internaciones a los gobiernos para  que se comprometan a hacer realidad los derechos de todos los niños y adolescentes de hoy y de las generaciones y   priorizando el interés superior de la infancia en la aplicación de leyes migratorias.  


 

La Región de las Américas en los últimos años es escenario de miles de niños que emigran de sus países de origen, la mayoría de veces con otros miembros de su familia, y en otras ocasiones  se les encuentra viajando solos. Entre el 19 y 22 de octubre de este año, 2.300 niños migrantes que llegaron a México procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras;  siguen necesitando ayuda humanitaria, indicó el UNICEF (El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

De la caravana de venezolanos hacen parte 140.000 niños y adolescentes,  que pasan los puntos fronterizos entre Colombia y Ecuador, como el de Rumichaca, a 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, y donde la temperatura baja hasta los 3 grados centígrados.

En la última semana en el Congreso de la República de el Perú nuevamente se debatió sobre la condición paupérrima de los niños del Amazonas, pero sobre todo la ausencia de apoyo. Al comienzo de la jornada parlamentaria  se reveló al interior de la célula legislativa que algunos de  los niños de esa Región del país siguen sin asistir a clases, porque las plazas de los docentes  separados y destituidos por acoso, no han sido reemplazadas.

Para concluir, la  Defensoría del Pueblo, hizo hincapié en la “inadecuada infraestructura,  precariedad, insalubridad y falta de alimentos", en los  internados en la selva, en este caso El Cenepa, Amazonas.
 

@luforero

Lea el informe de los internados en las regiones de Amazonas y Loreto