Por: Oswaldo Carpio Villegas - Profesor en Marketing Político
Se suicidaron. La percepción de la gente es que no les interesa el Perú. Su banKada como suelen llamarse, actuó como los del intolerante, agresivo, violento y autoritario Estado Islámico: coche-bomba-y-hombres-y mujeres-bomba dispuestos a destruir y autodestruirse con el fin de imponer su "verdad" (la post verdad, la mentira que pasa por verdad).
Condenaron a un inocente (censura al Ministro de Educación Jaime Saavedra) por asuntos por los cuales estaría condenada la mayoría parlamentara. Por esas razones la jefa de FP y la mayoría parlamentaria estaría, realmente, en la cárcel.
Los que dudaban y esperaban un gesto de cambio, corroboraron que el fujimorismo es lo mismo de siempre. Como se decía en la vieja filosofía griega: mantienen la esencia. No hay, no existe, un nuevo relato. Todo ha sido un "marketing" político perverso.
Todo no era más que un camuflaje que ellos mismos han puesto al descubierto.
Ganó el Perú estratégicamente porque para muchos se despejó una incógnita. Ganó tácticamente el sentido mafioso e injusto de la política pero ha sido una victoria pírrica. Perdió estratégicamente el fujimorismo porque acentuará el antifujimorismo existente y porque nuevos sectores a la expectativa rechazan su prepotencia y abuso del poder. Perdió, entonces, para siempre o, por lo menos, para las próximas elecciones.
"En ese sentido", ganó la democracia porque demostraron que siguen siendo lo mismo: una organización mafiosa con una clara tendencia hacia el mal.
KFujimori ¡Ya fue!
Ganó la censura y perdió la elección! Paradojas de la política.
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