Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista en Saluderecho |
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24-010-2018 | En Ica y Huancavelica donde por estos días son escenarios de aguaceros que han durado más de cuatro horas; sus pobladores lo están tomando por el lado amable. Inundaciones, desplome de edificios, pérdida de vidas humanas y cosechas ; inseguridad alimentaria y enfermedades; es llover sobre mojado.
La lluvia también genera beneficios que de ordinario no los aprovecha el hombre; y éste sabe anticipadamente de los aguaceros que se vienen. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), emite con frecuencia avisos meteorológicos para alertar sobre la probabilidades de lluvia.
Hace cinco años la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desarrolla en el Perú un sistema para "capturar agua de lluvia".
El planteamiento consiste, “en ver la forma de capturar las aguas durante el periodo de abundancia de lluvias (represas, construcción de lagunas artificiales, etc.) e ir utilizándolas paras las sequías, por gravedad o por medio de riego presurizado (aspersión, goteo, etc.)”, explica la FAO.
En este caso “los agricultores solos o en grupos organizados, puedan hacer sus propias lagunas de cosecha de agua de lluvia y utilizarlo por medio de riego por goteo”.
Esto tan sencillo, ¿porqué no se ha realizado en el Perú y en otros países? Responde la FAO: “Por la falta de visión y priorización de nuestras autoridades regionales”.
Perú, Brasil y Paraguay como un solo hombre, trabajan por “la reforestación que genera cobertura vegetal para captura, fijación y filtración de agua al suelo (siembra de agua) y, en las partes bajas, la construcción de reservorios para recoger y almacenar el agua infiltrada (cosecha de agua)”, dijo Nestor Mendoza Arroyo, Director Regional de Agricultura (DRA) de Ica. Otro funcionario dijo que “cultivar agua es algo bueno”.
De por sí, el agua para los algodoneros de Ica es un reto. Este sector desde hace 1000 días se propuso duplicar el rendimiento del algodón en la región Ica (de 60 a 120 quintales por hectárea).
¿Cómo? Con “un mejor sistema de captación de agua de lluvias, buenos mecanismos de distribución de aguas cuencas abajo y sistemas eficientes de riego tecnificado”. Este programa lo auspician la FAO, el gobierno del Brasil, el Gobierno Regional de Ica y el Ministerio de Agricultura y Riego.
Mientras tanto, el escritor Mario Palomino Medina, iluminado en el fenómeno de El Niño, presentó a finales del año pasado "Tiempos de lluvia" un libro de su última cosecha literaria.
Mario Palomino Medina (1945) nació en Negritos (Piura) y es un reconocido profesor, editor y escritor. Con una carrera literaria de más de 35 años, ha publicado más de 12 obras entre las que destacan los libros de cuentos Al sonar de la quebrada, El diluvio, Lactuc, Catálogo de verdades y mentiras y las novelas cortas Talara Yes y Tiempos de lluvia. La novela Tiempos de Lluvia se basa en algunos acontecimientos ocurridos en 1982, durante el fenómeno El Niño, y se encuentra dividida en cinco capítulos: 'El regreso', 'La historia y travesuras de un Niño', 'Poechos Paga', 'El éxodo' y 'Las cazadoras de tíos'. De su obra el renombrado y consagrado novelista peruano Cronwel Jara Jiménez manifiesta: “Con Lactuc y otros cuentos de Mario Palomino, la narrativa peruana reconfirma un esplendor no inesperado que nos hubiese llegado como una súbita fulguración. Y es que son relatos que poseen el prodigio de saber llamar la atención, causar interés, cautivar, estremecer y conmovernos”.
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@luforero4
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