Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

 
El combativo semanario de Chincha cuya fundación data del 20 de febrero de 1973, pero que salió por la calles de Chincha, a combatir la corrupción y la podredumbre, el sábado 10 de marzo del mismo año, siendo sus fundadores Adolfo Peschiera González, César Roas Roque, Luis Brignole Roy,  Luis Yataco Salas, y Pedro Hernández Tori. Después se incorporaron en la lucha, Aurelio Chacaliaza Ávalos y Mario García Yataco. 

La dirección del vocero la asumió Eucadio Gutiérrez Solano, a sus 23 años de edad, con título de profesor de educación secundaria, y habiendo ya fundado 2 revistas estudiantiles: Manantial, vocero del colegio nacional Próceres de la Independencia y “Sunanpino”, revista escolar del colegio “Simón Bolivar” del distrito de Sunampe.

El semanario “TINTA” marcó época e historia en Chincha. Nunca antes había aparecido en la provincia y el departamento de Ica, ningún vocero de la talla de la naciente revista, de revolución periodística, de corte eminentemente villoriano y de lucha irreconciliable contra la corrupción. Y, sobre todo editado por intelectuales de solvencia moral y capacidad profesional. Esto motivó la reacción de la mafia y de muchos periodistas postrado de rodillas ante las malas autoridades, cuya misión era de aplaudir y a adular a los que tenían sumidos al pueblo chinchano.

Para la componenda entre la mafia y los malos periodistas, la presencia del semanario “TINTA”, era el enemigo número uno. Se vendía en ese tiempo entre 500 a mil ejemplares voceados por los canillitas, como pan caliente. Ante esta situación los perversos se unieron en varios frentes para atacar a Eucadio Gutiérrez Solano, y hacerlos desaparecer. Más de 20 procesos penales, se aperturó contra el Director de Tinta, juicios y más juicios, aduciendo haber atentado contra el Estatuto de la libertad de Prensa, evacuado por Juan Velasco Alvarado. Eucadio sufrió más de 10 años de persecución e intimidación, y hasta carcelería por defender la causa del pueblo, siendo el único chinchano que supo defender el honor de la prensa.

En la lucha periodística se sumó la Federación de Periodistas del Perú, FPP, liderado por Genaro Carnero Checa, y la prensa nacional, por la Libertad de Eucadio Gutiérez Solano y otros que habían sido encarcelados por defender los intereses del pueblo. Al instaurarse el gobierno democrático de Fernando Belaúnde Terry, los periodistas encarcelados  como Mario Castro Arenas, y Mario Gonzáles Inga, de Tarapoto, y decenas de periodista que cumplían prisión, a nivel nacional, salieron libres, mediante una ley de Amnìstìa dada por el presidente constitucional, y valiente participación de los parlamentarios Javier Alva Orlandini y Javier Valle Riestra.  Entonces la noche quedó atrás, y los periodistas retomaron su posición de combate sin claudicaciones, defendiendo los agrados intereses de las mayorías.

Desde esa época auroral de lucha de la prensa chinchana, en la que jamás se despotricó ni se vendió ante las malas autoridades sobresalen: Aurelio Chacaliazaa Àvalos, Adolfo Peschiera González, Luis Brígnole Roy y Cèsar Rosas Roque, que partieron a la eternidad, y quedado vivos Mario García Yataco, Luis Yataco Salas y Eucadio Gutiérrez Solano, los 3 últimos siguen combatiendo desde sus trincheras a la corrupción chinchana.


En el año 1998, al cumplir 30 años de fundación de “TINTA”, con el título: “Sin claudicaciones ni coimas”, decíamos, “hace aproximadamente 30 años que nos iniciamos en la difícil tarea de la prensa, esde esa época hasta este momento, jamás hemos claudicado ni hemos puesto nuestra pluma al servicio de la corrupción y del vasallaje”.

“Los jueces, fiscales y los policías, desde que tenemos uso de razón y a lo largo de la historia, fueron los más sanguinarios protectores de los poderosos e influyentes, que haciendo derroche de su dinero mal venido, siempre tuvieron como aliados a las malas autoridades”.

“Quienes hemos asumido la enrome responsabilidad de ser periodistas jamás podemos conciliar ni pactar con ninguna autoridad corrupta, sean cholos o blanco, ni mucho menos temblar ni espantarnos por alguna sentencia judicial por razones de defender al pueblo”.

De modo, tenemos historia, por lo menos de haber conservado nuestro honor y mantener en alto los principios enarbolados en el marzo de 1973. Seguimos de pie, sin miedo ni vender nuestra conciencia, pase lo que pase, por defender la causa del pueblo, aunque nos denuncien por un millón de dólares como hizo Milpo para acallarnos, o José Alberto Navarro Grau para asustarnos con amenaza de carcelería.

Es lamentable la presencia de la prensa actual que van con su sombrerito para recoger un diezmo a los municipios y SEMAPACH. Antes, esto era abominable, aunque ya vivía “campanita bizcocho”, padre de la extorsión.

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