Felipillo fue un indio tallán que habría sido raptado contra su voluntad de las costas de Paita, para servir de traductor a Francisco Pizarro, Hernando de Soto y Diego de Almagro durante la conquista del Tahuantinsuyo. Su nombre real es desconocido.

Cristóbal de Molina y Juan de Betanzos dudan de la calidad de la traducción de Felipillo, llegando a plantear que este no sabía bien el quechua, sino que traducía mal y según su conveniencia, entregando mensajes contradictorios a los Incas y españoles, además de buscar la ruina de Atahualpa.

Después de que Francisco Pizarro capturó al soberano Atahualpa en Cajamarca (1532), Felipillo fue el principal traductor de Pizarro y Atahualpa durante las primeras reuniones. En este escenario es conocida la rivalidad que había ente Felipillo y Martinillo.

Puesto que Felipillo pertenecía a un pueblo enemigo, y estaba teniendo un romance con una de las concubinas de Atahualpa, deliberadamente tradujo los mensajes de Pizarro de manera maliciosa e imprecisa.

Durante la expedición a Chile, Felipillo sirve a Diego de Almagro, y es aquí cuando se señala que comienza a conspirar contra los españoles, buscado que su protector se pelee con Pedro de Alvarado. Estando en los valles de Copiapó y Aconcagua, Felipillo incitó a los curacas de la zona para que se rebelaran y mataran a los españoles.

Cuando Almagro descubrió la traición de Felipillo, ordenó a sus soldados para que lo capturasen. Felipillo trató de huir al Cusco pero fue inútil. Tras confesar sobre su traición fue condenado a muerte, siendo torturado y descuartizado en 1536 por 4 caballos frente al curaca Quilicanta. Sus restos fueron expuestos en picas en el camino de regreso.

Referencia:

Del libro "Traiciones Peruanas": 16 ilustres antihéroes de estampa nacional, Alejandro Neyra (2021).

Bajo la influencia ejemplar de Ricardo Palma, emulando la tradición, una forma casi perdida de acercarse a la historia y a la ficción, Alejandro Neyra retoma aquel relato de peruanísimo origen para contar las traiciones de exgobernantes, de espías y nobles, de incas y conquistadores.

¿Es la historia del Perú una historia de la traición? En medio de un quinquenio signado por el puñal por la espalda, estas breves narraciones, carentes de moraleja, nos enfrentan a dieciséis antihéroes en episodios estelares de nuestra peruanidad.