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Increíble pero cierto. Mañana se reinaugurará, con bombos y platillos, por tercera vez la Biblioteca Municipal de Chincha, con el encantador nombre el “museo de Chincha”, cuyo “mentor intelectual” es el profano Santiago Perona, personaje que encandelilló al ex alcalde foráneo y enemigo de la cultura Chincha César Carranza Falla.
La reinauguración constituye una burla, pues a 4 meses de su segunda inauguración, se vuelve a inaugurar mañana, con la presencia de una arqueóloga de pupitre, que es Ministra de Cultura, que representa al ministerio que es el desastre arqueológico de Chincha.
Lo insólito del caso es que han hecho desparecer la Biblioteca, dirigido por gente ignorante que no conoce la cultura, para habilitar los ambientes de la Biblioteca Municipal, el lugar exclusivo dispuesto y diseñando para una biblioteca. José Navarro Grau, como represalia y venganza al responsable de la Biblioteca Municipal, mandó los libros a un “cuchitril” y ambiente totalmente inadecuado para los libros y lectores.
Los foráneos incultos como Lucio Juárez Ochoa y su adlátere César Carranza Falla, y sus regidores de escasa capacidad mental, consumaron que la Biblioteca Municipal sea convertida en un mini museo, en un espacio de unos 300 metros cuadrados, totalmente inadecuado para un Museo y atentando contra la ley de creación de un Museo de Sitio en la “huaca” La Centinela. Caso por demás extraño en el mundo. “Matar” la Biblioteca, en su reemplazo inaugurar un mini museo. ¡Qué bestia! Habrían expresado los intelectuales, que hoy están al lado de Dios.
Lo más insólito es que el alcalde, el regidor de escaso conocimiento, que dice que San Martín declaró la Independencia en Balconcito, cuando eso es una patraña, que aparece en un libro, sin cita científica, y un tal Santiago Perona, que algún día estuvo como chismoso observando los trabajos que hizo el arqueólogo Francisco Iriarte, que últimamente engañó a los chinchanos con el cuento que los restos de los Chinchas están en México, una fábula desmentida por el arqueólogo Alberto Bueno Mendoza, hayan ido a arrodillarse ante la Ministra de Cultura, para que venga a Chincha, y les dé realce y popularidad, frente al rechazo del pueblo.
La gente común y corriente no sabe la diferencia entre una Biblioteca y un Museo. La Biblioteca está por encima de otras especialidades. Solamente un desquiciado mental puede permitir que la biblioteca esté en un cuartito, carente de todas las condiciones para una Biblioteca, donde no existe ventilación, lugares de división para una Biblioteca, ni mucho menos baños exclusivos. Además, es un lugar de alto peligro para los estudiantes y persona de la tercera edad, en épocas de invierno.
No entendemos cómo el alcalde de Chincha se sume al atropello a los lectores, y haya ido a Lima para sorprender a la Ministra de Cultura, que es arqueóloga y no persona que conoce el valor de la cultura. Su llegada a Chincha será para avalar la “sepultura” de la Biblioteca Municipal. Ojalá, antes visite el cuchitril, llamado Biblioteca Municipal, cuando su edificio ha sido burdamente convertida en un mini museo, al querer de un personaje llamado Santiago Perona. Así se llevará una gran sorpresa.
Vemos que al pueblo chinchano no les interesa la cultura y el valor de la lectura. Entonces, permite, que los libros estén en un cuartito o cuartucho inapropiado, y lo peor sin baño y facilidades.
Otra cosa. No sabemos si los familiares del vate chinchano Luis Brígnole Roy, existen. Pues Navarro Grau fue un furibundo enemigo del autor de la columna “El ocho de bocho”, y como tal, por odio cavernario, por defender a su hermano, el magnate Alfredo Brígnole Roy que fue asesinado, atribuyéndose en un momento a Navarro Grau como el criminal, hizo desaparecer la “fotografía” que estaba en la puerta de entrada en la Biblioteca Municipal, cuyo autor fue el intelectual Aurelio Chacaliaza Ávalos.
NB: Los artículos publicados en esta Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de su autor. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com
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