Por: Eucadio Gutiérrez Solano

El ministro de Educación Carlos Gallardo Gómez hace temblar al enjambre de ineptos del Congreso, a nuestro juicio, formado por descerebrados personajes que llegaron al Congreso sin saber leer ni escribir, parásitos mantenidos por el Estado.

Estos elementos nocivos para la marcha democrática del país, insuflados de falso espíritu de poder, siendo mundanos y últimas ruedas de coches destartalados, afilan sus cuchillos de palo para sacar de su cartera al honorable Ministro de Educación.

El ministro Carlos Gallardo Gómez es conocedor de la realidad educativa nacional, más que los sátrapas aventureros, dirigentes del Sutep, que convivieron con gobiernos corruptos. Peor, según la realidad, ninguno de los 130 congresistas tiene el nivel y calidad, en materia educativa, que el Ministro, “he ahí “, su terror y temor de los padrastros de la patria. El plan macabro de los mafiosos y corruptos es desestabilizar al gobierno, cueste lo que cueste. En una palabra, VACAR al presidente es el “fin supremo” de los supuestos caníbales del Congreso, cantando a cada instante. La campaña mordaz de la prensa corrupta es bárbara.

Qué sabe el burro de alfajores, dice el refrán. Qué sabe de la realidad educativa del país los congresistas, que llegaron a ocupar un escaño por suerte y hoy gritan que son los del primer poder, tal vez sea “el primer poder de brutos y tarados”, porque no demuestran capacidad ni profesionalismo, salvo aisladas excepciones. Quizás algunos sean docentes, pero del montón, que se pierden en los laberintos del quehacer educativo.

Recalcamos Carlos Gallardo Gómez, es maestro conocedor del proceso educativo de la Nación. No es un vendedor del cebo de culebra, mi mucho menos un arrastrado mental. Se sabe que los ignorantes se asustan ante la luz, se mueren de envidia al ver a personas preparadas. Por eso, el arma de los ineptos es destruir al que sabe. Los pocos congresistas del gobierno no tuvieron la preparación ni capacidad para defender a los ministros que fueron salvajemente seccionados. El grupo de mercenarios, sin oficio, no tienen preparación educativa. En el camino fueron domesticados, y se aletean como gallinazos hambrientos en busca de cadáveres. La realidad peruana es triste.

Vemos que se amontonan los buitres, buscando comer, sin importarles la calidad de la carne.  Los pensantes no podemos aceptar, el engullimiento del ministro, por miserables personajes. Carlos Gallardo Gómez representa la calidad, solvencia mora, capacidad intelectual y trabajo de los auténticos peruanos. Basta ya a los enemigos de la Patria que comieron y bebieron 200 años.

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