"Todas las partes deben asegurar que los niños, que nunca deberían haber estado en el campo de batalla, son liberados en este intercambio de prisioneros", ha señalado el investigador sobre derechos de los niños en HRW, Bill Van Esveld, en referencia al acuerdo entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes hutíes alcanzado el pasado mayo.
Según la organización, Unicef ha verificado que más de 900 niños fueron asesinados y 1.300 heridos durante 2015, lo que representa un ratio de seis niños muertos o lesionados desde la escalada de las hostilidades en marzo de 2015, cuando una coalición liderada por Arabia Saudí comenzó a bombardear posiciones de los hutíes.
Un chaval acompaña en el hospital a otro chico herido en el atentado contra una mezquita en Saná. Un chaval acompaña a otro herido en el atentado contra una mezquita en Saná
El ejército, un modo de burlar el hambre
HRW ha documentado que las partes del conflicto han detenido a niños a los que acusan de ser leales a las fuerzas enemigas, que han sufrido "abusos" y han sido retenidos en "pobres condiciones".
La ONG internacional ha reconocido no disponer del número total de niños detenidos por parte de los dos bandos del conflicto, ha añadido el comunicado. Sin embargo, según la nota, la ONU ha documentado 850 casos de niños reclutados en 2015, cinco veces más que en 2014.
Las familias empobrecidas han alistado a sus hijos con los hutíes o las fuerzas progubernamentales a cambio de una suma de entre 1.000 y 2.000 riales yemeníes (entre 7 y 15 dólares) al día, ha precisado Human Right Watch.
Crimen de guerra
En enero de 2016, el canal de televisión catarí Al Yazira informó de que algunos niños no recibían salario, aunque sí comida y qat, un estimulante que se masca muy extendido en el Yemen, agregó el comunicado de HRW.
"El reclutamiento de niños menores de 15 años por las partes del conflicto es un crimen de guerra, según la ley internacional", ha subrayado la nota. Asimimismo, ha precisado que los comandantes que sabían o deberían haber sabido de tales abusos y no tomaron acciones efectivas pueden tener responsabilidad penal relacionada con un asunto de responsabilidad de mando.
La ONG ha insistido en que el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño sobre la participación de menores en un Conflicto Armado, de la que el Yemen es parte, establece los 18 años como edad mínima para cualquier implicación en un conflicto armado para las fuerzas armadas o grupos armados no estatales.
"Las partes del conflicto en el Yemen podrían enviar un mensaje de que quieren hacer las cosas bien liberando a los niños capturados antes del Ramadán e implementando las promesas para acabar con el uso de niños soldado", ha agregado Van Esveld.