Es el vehículo en auge, una tendencia que está causando furor urbano en muchos países. Ahora, la italiana SPA ha reinventado la bicicleta eléctrica con un modelo que lleva el lujo y las altas prestaciones en su ADN.
Dolce vita y
belleza italiana en estado puro. Las bicicletas ya no son lo que eran... ni siquiera las eléctricas, un mercado en auge aún por explotar pero que está suponiendo ya una alternativa a la moto en numerosas ciudades.
A medio camino entre la bici y la moto.
Son muchos ya los 'commuters' que se pueden ver, como les llaman en Reino Unido, con traje, corbata y mochila desplazándose cada día en estos vehículos para ir a trabajar. Las principales marcas tanto de bicicletas como de coches han apostado ya por este tipo de vehículos, pero SPA (Società Piemontese Automobili) ha ido un poco más allá.
La prestigiosa firma italiana de automóviles de lujo con sede en Turín, que absorbió Fiat en 1925, ha lanzado una serie de vehículos eléctricos y accesorios deportivos, entre ellos la Bicicletto, una deportiva
bicicleta eléctrica 'neo retro' que recuerda a las míticas carreras de Board Track de principios del siglo XX.
La Bicicletto cuenta con un
peso de 24 kilos, está fabricada con un marco delgado de carbono ligero y delgado y viene equipada con un
motor eléctrico de 500 watios instalado en su rueda trasera.
Exclusividad 'made in Italy'
Funciona totalmente con batería. Puede alcanzar una
velocidad máxima de 45 km/h, y
con una sola carga puede recorrer 50 kilómetros en modo totalmente eléctrica, y unos 120 kilómetros con pedaleo asistido. Tiene ruedas de 26 pulgadas y faro LED extraíble, intermitentes LED, luces de freno y frenos Fórmula T1.
Pero, sin duda, es su práctico compartimento situado sobre el cuadro, que imita al de las motocicletas, lo que llama la atención. No sólo permite almacenar cosas en su interior, sino que también sirve para controlar su estado y rendimiento.
Un modelo nostálgico y exclusivo 'made in Italy'
cuyo precio ronda los 10.000 euros. Elegancia, lujo y diseño sobre dos ruedas para los más caprichosos.