Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

El alma mater de la educación chinchana el “Colegio Pardo” está pasando por la peor época de su funcionamiento. Son 26 años de estancamiento y destrucción en que languidece el “Colegio Pardo”, padre de todos los colegios de Chincha, que fue credo el 20 de noviembre del 1917, pero que empezó a funcionar en abril del año siguiente.

Hace poco, por costumbre, se celebró 100 años de la puesta de la primera piedra, pero este 20 de noviembre es el verdadero “I Centenario” del ex glorioso “Colegio Pardo de Chincha”.

Alejandro Lévano Avalos, el que llevó al “Colegio Pardo” al sótano de la educación chinchana, y el presidente más corrupto del Perú Alán García destruyeron el “Colegio Pardo”, trayendo abajo la historia de Chincha. Solamente se salvó la “Avenida Pardo” (Luis Gálvez Chipoco), gracias a las denodadas gestiones de Aurelio Chacaliaza Ávalos, que peleó como león ante entonces el Instituto Nacional de Cultura, para declararlo como patrimonio Cultural de Chincha. Los profesores y el inefable ex director, por cerca de 25, años permitieron que nuestro patrimonio cultural, el edificio emblema de Chincha, se conviertan en tierra.

Alejandro Lévano Avalos, "Director" del Alma Mater de Chincha, llamado popularmente como el "Padrillo Cholo", fue destituido después de muchas gestiones ya que el hombre era incambiable por razones desconocidas.

Esa obra de arte histórica, Patrimonio Cultural, que iba ser remodelado por el exalumno pardino arquitecto restaurador de monumentos históricos César Matta Puga, bárbaramente fue demolido, para convertirlo ahora en una caja de fósforo, de mal gusto. Por este hecho canallesco debe ser declarado como traidores al patrimonio cultural de Chincha, a estos 2 “asesinos educativos”, que no tuvieron piedad ni identidad por la causa histórica de nuestra provincia.

Alejandro Lévano Avalos, profesores, exalumnos y padres de familia, permitieron la humillación del pueblo chinchano, en que un presidente carente de identidad cultural, mamarracho y todo poderoso, lleve a efecto la demolición del patrimonio cultural de Chincha. Muerto Aurelio Chacaliaza Ávalos, ya no hubo quien lo defienda. Los abogados Mario Camacho Perla y Mario Amoretti Pachas, alumnos pardinos de la época, pero que terminaron sus estudios en Lima, jamás dijeron una palabra en defensa de su colegio, pero terminaron premiados. Increíble.


 

Este 12 de octubre se adelantó la celebración del “I Centenario del Colegio Pardo”. En esta fecha se vio claramente que el  ex glorioso “Colegio Pardo”, donde se hacía cola para ganar una beca de estudios, convertido -ahora- es un lastre, con pocos alumnos, en que estudian los que no alcanzaron vacante en el Industrial y el Comercio, hijos del alma mater, realidades que llegan al alma de los exalumnos que aún viven y que asimilaron las grandes enseñanzas, porque su colegio ya no es ni la sombra de lo que era antes.  Empezando no más, se editó un programa que fue un desastre llego de errores ortográficos y contenido. Allí se dice en la página principal que el Colegio Pardo se fundó el 23 de noviembre de 1927, cuando su verdadera fecha de fundación es el 20 de noviembre. 

Felizmente, la directora anunció que se retira en diciembre. La verdad el cargo le quedó demasiado ancho. Según se ve el “Pardo es una olla de grillos”, la mitad de los profesores deben irse a vender papas como decía el maestro Pedro Ronceros Calderón.


 

Estamos pues ad portas del verdadero “I Centenario del Colegio Pardo”, ojo de su funcionamiento. La Escuela primaria es la encargada de celebrar el acontecimiento histórico. Esperamos que lo haga bien, rescate algo de los valores pardinos. La fiesta hecha por el nivel secundario, aparte del desfile, serenata, corso y deportes, que siempre dan realce, en el campo cultural fue un desastre. En el aspecto económico algunos vivos habrían hecho su agosto, según la denuncia hecha por el valiente profesor Chacaltana.

Esperamos que los profesores de primaria, previa coordinación con los exalumnos, que tiene como presidente a Hugo Vásquez, integrado por dinámicos y aguerridos dirigentes sepan subsanar, en algo, la celebración del “I Centenario del glorioso Colegio Pardo de Chincha”. Hay mucho qué hacer como decía César Vallejo. Por ejemplo, debía haber una semana de “Identidad Pardina”, en que hable del Pardo de ayer, hoy y mañana: la formación del futuro pardino semillero del desarrollo de Chincha, en todos los campos. Seguramente se hallan con los brazos cruzados, por haber celebrado el año pasado la fiesta jubilar, en honor a la fecha de su creación.

Pero hay que despertar.