En OPINIÓN LIBRE |

Venezuela: el rostro de la incapacidad administrativa al más alto nivel

Situación que esgrime como referente y lección para aprender de esta desgracia y evitar estos dogmas o recetas en los países en desarrollo como el nuestro.

 


Por: David Auris Villegas - Escritor/Pedagogo
https://orcid.org/0000-0002-8478-6738
 


¿Cómo es posible que un gobierno socialista por un espacio de veinte años en el poder ha basado su economía en el petróleo?, ¿Acaso Venezuela está en cuidados intensivos?, ¿Acaso no existen expertos gerentes venezolanas y venezolanos?, ¿Qué hay de los profesionales competentes de mente abierta?, ¿Dónde están las voces del pueblo que aspira una vida mejor gracias a sus riquezas naturales?

Ante estas interrogantes, Venezuela bate tristemente el record mundial camino hacia atrás, pues según el FMI coincidiendo con el Índice de  Bloomberg 2018, es la economía que menos crece en el planeta y ostenta una hiperinflación descomunal e histórica, que configura que este país ha caído en manos de unos ineptos burócratas con  Maduro a la cabeza, ocultos bajo un ropaje del discurso paternalista, prostituyendo el socialismo culpando burdamente a los capitalistas como EEUU, lejos de reconocer su mediocridad sobre una piedra picuda.

Elevaron su gasto público para soportar una masiva burocratización de empleados innecesarios, así como las Misiones bolivarianas para la educación, la alimentación y la salud que suenan muy interesante para el desarrollo siempre y cuando esa inversión retorne y desarrolle al país, sin embargo, fueron gastos a manos llenas como coinciden los expertos, haciendo esta situación insostenible a largo plazo.

Destruyeron la institucionalidad y a la democracia y a la misma persona, como el apresamiento de líderes opositores, entre ellos Leopoldo López, Antonio Ledesma entre otros, acusándolo de conspiración contra Maduro, abusando de su poder, negando convocar elecciones generales.

Expropiaron los bienes privados en nombre de una revolución, sin planes tangibles a futuro, haciéndose dueño de muchas empresas, convirtiéndolo bajo el gobierno del estado, naturalmente con una extrema incapacidad gerencial, secundado por una fuerza armada arrodillada y corrupta como sostiene Uriel Ortiz Soto.


 
La política asistencialista adoptado por Chávez y continuado por Maduro, se tradujo en programas de vivienda gratis, sueldos elevados a los ancianos, atención médica masiva gratuita, programas sociales, subsidios entre otros, según los expertos, con el objetivo de anclar adeptos al régimen, sostenido a través del petróleo, olvidando el viejo adagio que debemos enseñar a pescar.


El éxodo masivo según el reconocido periodista de El Nuevo Herald, Oppenheimer comparte al escuchar el vaticinio del secretario de la OEA, Almagro, de continuar esta crisis “Pueden llegar a haber hasta 10 millones de venezolanos que tengan que abandonar el país en los próximos cuatro años”, pasándonos una enorme factura continental que debemos hacer frente los próximos años.

Sus relaciones con las instituciones internacionales son cada vez más desastrosas como su problema con la OEA, la ONU, el BM, el FMI y la UE entre otras organizaciones que debilita su presencia a nivel planetario, limitando el avance de los ciudadanos que, lejos de insertarse en el desarrollo global, son expectorados por el sistema.

Hicieron de Venezuela uno de los países más endeudados del mundo, con un elevado desempleo, cósmica devaluación del bolívar, desabastecimiento de alimentos, medicinas, control de divisas, la inseguridad nacional, convirtiéndose en una crisis social, política, económica y moral, encabezado por un mediocre dictador que, puede desencadenar una guerra interna como corolario de este espurio régimen.

Concluimos como una condenan social sudamericana, alegando que los tiranos gobiernan en contra de los ciudadanos como en los tiempos de la colonia,  poniendo en sobresalto la elevada  y espantosa mediocridad gerencial de Maduro, como sostienen los expertos, quién jamás debió gobernar,  rodeado de esbirros, ladrones, eunucos militares y políticos corruptos; que en nombre de un trasnochado socialismo, han hipotecado el futuro de sus ciudadanos ante China y Rusia, llevando a la bancarrota al país “más rico” de Sudamérica.

Situación que esgrime como referente y lección para aprender de esta desgracia y evitar estos dogmas o recetas en los países en desarrollo como el nuestro.
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