Virginia Raggi, una ciudadana indignada, es la alcaldesa de Roma 'la ciudad eterna' - VIDEO
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Esta "bella ragazza", abogada de 37 años, será la primera mujer que gobierne una ciudad caótica y sucia.
Virginia Raggi, la indignada que toma el poder.
Virginia se mobiliza en bicicleta en su ciudad. Votando en su barrio.
ROMA - La abogada Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas (M5S) será la primera alcaldesa de Roma al haber ganado la segunda vuelta de las elecciones con un 67,15% de los votos según los resultados oficiales anunciados este lunes. Esto supone una gran victoria para la formación de Beppe Grillo que arrebata la capital italiana al Partido Demócrata (PD) del primer ministro Matteo Renzi.
Virginia Raggi, abogada de 37 años y madre de un niño, con poca experiencia política pero con la inteligencia de encarnar al romano indignado ante el estado de degradación de su ciudad, será la primera mujer que ocupa la alcaldía de Roma.
Lejos de la vehemencia que arrastran algunos de los miembros del M5S, Raggi ha destacado en su campaña por su discurso duro contra los anteriores administradores "que han devastado Roma", pero sin agresividad. Sus detractores la acusan de falta de experiencia, pero esta abogada especialista en derechos de autor, propiedad intelectual y nuevas tecnologías, siempre ha contestado "que han sido los expertos los que se han comido Roma" durante todos estos años. Es concejala en el "Campidoglio" desde 2013.
Le persigue una imagen de "niña bien", que ella insiste en sacudirse al explicar en su página web que vive en la periferia de Roma, en el barrio de Ottavia, y que realizó pequeños trabajillos para ayudar a su familia a pagar la carrera de Derecho. Otros la acusan de ser "demasiado fría" y de repetir solo "una lección bien aprendida", a lo que ella responde: "Vivo de pasiones y así tendríamos que vivir todos".
Con su inseparable bicicleta, con la que se mueve por Roma después de un accidente de moto, Raggi se ha ganado a los ciudadanos romanos con un discurso sencillo y eficaz. "La pasión y la rabia de ver mi espléndida ciudad reducida a un estado indecoroso" fue lo que le movió a meterse en política, asegura.
El descontento del ciudadano romano ante una ciudad caótica y sucia, donde no funcionan los servicios públicos, como los transportes, las carreteras o la recogida de basuras, sumado al último escándalo de las infiltraciones mafiosas, han llevado a los electores a elegir una alternativa a los viejos partidos, que en estos años no han sabido solucionar estos problemas.