He seguido las elecciones en Estados Unidos y a Donald Trump. También el caso de la artista Yahaira Plasencia. Entre uno y otro hay un hilo conductor: cobardía suprema, inescrupulosidad, intolerancia, traición por el dinero y una enorme MALDAD. Sujetos que lograron la confianza de la artista para traicionarla por dinero. Mujeres víctimas de la concupiscencia de Trump, sus mentiras, su arrogancia y prepotencia consumada en una falta de respeto absoluta por la mujer, a la que denigra.

Trump es la encarnación del peor rostro del machista universal y del millonario que ha pisoteado a todos y que pretende ser presidente del país más rico y poderoso del mundo.

Yahaira Plasencia encarna a la víctima de los machistas cobardes que actúan con sevicia contra una joven artista de origen humilde que se ha hecho con su propio esfuerzo, con decencia y tenacidad. Por ello ha sido atacada y se han pretendido burlar con frecuencia desde la TV basura y sus programas dedicados a los más bajos instintos y los más bajos niveles de chisme y maltrato a la persona humana, en los que se ceban, especialmente, con las mujeres.

El MAL existe. Contra Yahaira Plasencia hay un grupo de periodistas cobardes y de sujetos repugnantes que por dinero traicionan la vida íntima de una joven artista, una persona humana de 22 años que tiene dignidad. Jugadores de fútbol que ocupan primeras planas no por sus goles ni sus éxitos deportivos sino por violar la vida íntima de una persona con declaraciones cobardes en la que retratan su pobreza moral y espiritual. Son sujetos sin honor ni dignidad a los que se les da espacio en programas dirigidos por seres que han involucionado con los años a los niveles cada vez más tenebrosos de su conciencia.

Todo esto se ha hace por dinero o una idea de "prestigio" pues no siendo nadie, los “dueños de la verdad” ocupan una primera plana en un diario o en la TV.¿Quién se siente capaz de juzgar a una joven artista de 22 años que se hace sola con enorme esfuerzo? ¿Por qué los dueños de las "acequias" o "desagües" de TV (no llegan a ser Canales) permiten programas en los que se denigra a las personas, en este caso a una mujer? ¿No es que acaso la Constitución Política defiende la dignidad de la persona humana? ¿Con qué derecho un sujeto cobarde de mala calaña sale a hablar en una acequia de televisión de la vida íntima de una mujer y lo hace con total impunidad?

De otro lado ¿cómo es posible que en Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, Donald Trump candidato a la Presidencia de la República pudiera ser elegido Presidente de ese país cuando se trata de un imbécil moral, un incapacitado moral que se siente orgulloso de ser un millonario evasor de impuestos –no ha pagado impuestos en 18 años ganando miles de millones dólares-, intolerante, racista, violento, agresivo, machista extremo, abusador de su poder en las empresas de las que es dueño, demagogo y cínico; dedicado a espiar desnudas a las concursantes de Miss Universo abusando de ser el dueño del esperpento?

Preocupa leer en la Redes Sociales el ENORME odio contra la mujer de parte de "hombres" y "mujeres"; la facilidad para burlarse de ella; la tendencia a aplastar, hacer cargamontón cobarde o "bullyng" contra una joven de 22 años.  Los adjetivos, las descalificaciones y el odio de sorprenden por el grado de maldad. No hay compasión. No hay deseo de entender. Simplemente se ha desatado el deseo de aplastar al otro.

“ Asimismo, preocupa el silencio cómplice frente a Trump y resulta curioso que peruanos y latinoamericanos se identifiquen con un sujeto abiertamente racista, discriminador y violento.  ”

Asimismo, preocupa el silencio cómplice frente a Trump y el enorme odio que destila contra latinoamericanos, mexicanos, norteamericanos de origen africano, musulmanes pacíficos y contra todos los que representan para él un "peligro" porque son simplemente distintos.Resulta curioso que peruanos y latinoamericanos se identifiquen con un sujeto abiertamente racista, discriminador y violento.

Hay intolerancia y odio en todas partes pero hay que detenerlo. Cada uno debe cumplir con su deber y actuar en su entorno. Es la oportunidad de enfrentar este MAL de la cobardía y la traición por dinero vil. Es la oportunidad de unirse por la justicia, la tolerancia, la paz, el amor al prójimo y una mejor calidad de vida para todos: ser-para-el-otro. Seguir un simple principio humano universal: “no hagas al otro lo que no quieres que te hagan a ti”, pensamiento que tiene 2500 años de existencia.

Respetémonos entre todos. Es único camino para construir una vida mejor, un buen lugar para vivir para todos en un mundo que está viviendo y sufriendo el asalto brutal de la intolerancia con sus crímenes, desmanes, destrucción y maltrato cotidiano. No permitamos que este mal-radical siga escalando.

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