Y, para el colmo de los males el Presidente PPK ha reciclado a un ministro tecnócrata de papel, que es un ilustre desconocido de la realidad educativa del país. La teoría muchas veces colisiona con la praxis educativa, si no se perfila dentro de los verdaderos parámetros y fines de la educación peruana.
“Un pueblo educado no se equivoca”, un apotegma antiguo repetido, por el Presidente Kuczynski, que todos los retóricos y demagogos han repetido y lanzado como bandera de su gestión, pero que al final nunca llegaron a poner en práctica sus anuncios, bien intencionados, a todo pulmón.
Yo voté por PPK pensando en la dignidad y la moral del pueblo peruano. Además por una verdadera “Reforma Educativa”. Al ver que ha reciclado a
un Ministro incompetente, ilustre en el papel, como Jaime Saavedra, sentí una decepción; porque el destino educativo, sigue en manos de un “empírico” en el campo de la práctica.
Sin una Política Educativa no hay una “Reforma Educativa”. PPK no la tiene, ni siquiera piensa en poner en macha un cambio educativo radical. Entonces el Perú seguirá padeciendo de la severa crisis educativa. Hace más de 30 años que se ha estancado la Educación Peruana. Ahora Chile nos supera por igual tiempo, cuando antes estaba después del Perú.
La reforma no se hace por saltos o etapas o experimentos que se fabrican en San Borja. Se hace con la participación de los maestros y expertos más destacados que se hallan a nivel nacional. Con amigotes y ”dioses del saber” no se realiza ninguna “Reforma Educativa”.
Por eso lamentamos por el reciclado de PPK que ha asumido el Gobierno Peruano careciendo de una política educativa. Hacemos nuestra observación porque estamos incursos en el tema cerca de 50 años, sobre todo en el campo de la formación magisterial, convertido ahora en tecnológicos de mal gusto, donde incluso de forman “periodistas” y cocineros. Increíble.
En tiempos pasados las escuelas normales formaban verdaderos maestros. Después los pedagógicos se convirtieron en fábrica de profesores. Ahora los “tecnológicos” preparan sastres, cocineros, guías turísticos, y hasta “periodistas”. ¿Con esta mezcolanza qué se puede hacer? Muy poco. ¿Qué puede responder el Ministro Saavedra y sus anidados de esta farsa? Veremos.
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